Redacción Catedral de Maracaibo. Cada 20 de enero se celebra la fiesta de San Sebastián, quién es patrono de la “ciudad del sol amada” y que además es nombrado en el Ordo Missae también como patrono de la Arquidiócesis marabina. A las 8:15 am. Se dio inicio a la Eucaristía Estacional presidida por el Excmo. Y Rvdmo. Mons. José Luis Azuaje Ayala, Arzobispo Metropolitano de Maracaibo, acompañado por el Ilmo. Mons. Jesús Quintero, Deán de la S.I.C. y párroco de El Sagrario, y el Pbro. Max Güerere, rector del Seminario Mayor Santo Tomás de Aquino, cuyos miembros fueron los encargados de prestar el servicio litúrgico durante la ceremonia.
La celebración, donde se encontraban representantes de la Alcaldía de Maracaibo, el Movimiento de Cursillos de Cristiandad, los grupos de apostolado de la Parroquia, y la feligresía en general, fue amenizada por la Coral de Voces Blancas de la Sociedad Religiosa Servidores de María, los cuales entonaron el himno pontificio al inicio de la Eucaristía.
En la homilía dictada por el Señor Arzobispo, tras saludar a los concelebrantes y el resto de los presentes, procedió a exponer su prédica referente al milagro de las bodas de Canaán, tema del cual trataba el Evangelio del domingo, alegando que “ese milagro representa la alegría que nos da Cristo”. Continuó destacando el modelo que debe ser el santo mártir para cada uno de nosotros, que a su semejanza “la verdad debe ser defendida a costa de la propia vida” y “mantenerse siempre firmes en la fe y esperanza”. Concluyó pidiendo la intercesión del Santo y motivando a los fieles a encomendarse a Él para lograr alcanzar soluciones y comprensión de opiniones diversas ante la situación difícil por la que atraviesa la nación.
Al finalizar la Santa Misa, se llevó a cabo la procesión con la sagrada imagen alrededor de la Plaza Bolívar, a hombros de la Sociedad Religiosa Servidores de María, quienes cargaron el paso procesional que fue exornado por la Alcaldía, junto con el Templo Matriz. Las insignias fueron portadas por los representantes del ente municipal y la Hermandad del Cristo Negro, y la Sociedad del Niño Jesús de Praga se encargó de la animación del acto piadoso. Al recogerse, el Padre Max entonó la gaita más antigua dedicada al Santo impartiendo la bendición a los presentes.
A las 10 am. Concluyeron otro año más las fiestas en honor al Patrono de la ciudad, que a pesar de la marcada poca asistencia de fieles que se viene reflejando desde hace varios años, siguen conmemorándose en honor de aquel que fue nombrado protector de un poblado recién levantado en 1591 y que hasta se le atribuye la curación de sus habitantes durante la epidemia de cólera del dieciocho.
¡San Sebastián, ruega por nosotros!
Fotos: Gisela Aranguren, Allan Sillié, Lila Perozo, Alejandro González y José Hernández.
Parroquia El Sagrario Catedral 